30 de julio de 2012




¿A dónde va todo lo que queremos decir y no decimos? 
¿Cuántas veces no decimos por miedo a herir? 
¿Cuántas veces no decimos por miedo a que nos hieran? 
¿Cuántas veces nos rendimos antes de intentar? 
¿Cuántas veces escribimos y borramos lo escrito? 
¿Cómo es que podemos vivir ocultando lo que sentimos? 
¿Qué tan mal nos hace eso? 
¿Acaso no hay un día en que el orgullo pese menos que el corazón? 
¿Por qué nos asusta sentir? 
¿Somos felices porque nos quieren, o porque nosotros somos los que queremos? 
¿Existen las casualidades o todo pasa por algún motivo? 
¿Por qué nos sentimos vacíos cuando una persona se va? 
¿Cómo se hace para soportar tanto dolor emocional? 
¿Cómo seguir nuestro camino sin que duela pisar las piedras?

¿Cómo contestar tantas dudas?

...


Toma una sonrisa, regálala a quien nunca la ha tenido.
Toma un rayo de sol, hazlo volar allá en donde reina la noche.
Descubre una fuente, haz bañar a quien vive en el barro.
Toma una lágrima, ponla en el rostro de quien nunca ha llorado.
Toma la valentía, ponla en el ánimo de quien no sabe luchar.
Descubre la vida, nárrala a quien no sabe entenderla.
Toma la esperanza y vive en su luz.
Toma la bondad y dónala a quien no sabe donar.
Descubre el amor y hazlo conocer al mundo.
Mahatma Gandhi

28 de julio de 2012

Te lastiman tanto siendo como sos, que querés jugar a ser alguien más.

Crecí y me di cuenta que las cosas no tienen que ser extraordinarias para ser hermosas, las cosas comunes también lo son.

26 de julio de 2012

Cuando estamos tristes.
Cuando nos va mal en un examen.
Cuando tuvimos un mal día de trabajo.
Cuando nos sentimos solos, alejados.
Cuando creemos que nadie nos ve.
Cuando nos hieren.
Cuando no podemos seguir un camino.
Cuando tropezamos.
Cuando lloramos.
Cuando perdemos a un ser querido.
Cuando nos sentimos en caída libre.
Cuando nos sentimos perdidos.
Cuando nuestros proyectos fracasan.
Cuando nuestros sueños parecen lejanos.

Para todos estos momentos necesitamos de un abrazo. Aquel que nos hace sentir protegidos. Aquel que dice "no te preocupes, no estás solo". Ese que seque nuestras lágrimas, y nos ayude a enfrentar nuestros problemas. Porque de seguro los abrazos no curan nuestros males, no los quitan, pero cuánto los alivia si el abrazo es verdadero.

25 de julio de 2012

Como una rosa que corta sus propias espinas para no lastimar a nadie que se le acerque... 


 pero siempre es ella la que termina lastimada.

20 de julio de 2012

17 de julio de 2012

Es un mundo de hombres.

 

Uno de los mejores de la temporada. Gran voz, admirable. Canción perfecta.
"Poniéndote una careta en el corazón, pretendes olvidar."

Tal vez..

It's raining and I don't care.

A veces, estos días nublados y de lluvia los pienso como un mensaje. Algo que nos dice que bajemos un cambio, tomemos el día con calma y pensemos mas sobre algunas cosas. Para que nos demos cuenta que tal vez vivimos sin pausas, que queremos llenar todos nuestros supuestos vacíos, sin pensar que estas pausas, tal vez son los mejores momentos en la vida.


6 de julio de 2012

Charla entre la razón y el corazón.

Lo encontré en un blog, y me llamó mucho la atención, así que lo re-publico para tenerlo presente.

¿Y si en realidad el tiempo no lo pudiese todo, si no fuese tan cierto que las cosas con el pasar de los días se van olvidando, o las heridas no se van cerrando, cuantas cosas cambiarían?
Porque es muy fácil pensar que con solo dejar pasar los días, meses o años las cosas se solucionan, y lo peor es que uno se auto convence, y se cree un superado, alguien que tuvo la suerte de superar un dolor y sobreponerse, y se vuelve a sentir fuerte.
Sin embargo, un buen día, quizá el menos pensado, todo el castillo que creías tan sólido comienza a temblar, porque te encuentras de nuevo cara a cara con el dolor, con ese sentimiento tan helado y tan dormido del que ya casi ni te acordabas, y que, muy a pesar de todo, sigue ahí, y comienza a despertarse con todas las fuerzas acumuladas por el tiempo en que estuvo inactivo y quiere salir, quiere gritar que está vivo y que va a dar pelea, porque la RAZÓN piensa:
”¡Otra vez no! ¿o acaso no te acuerdas el tiempo que te costó volver a ponerte en pie?, ¿o no te acuerdas de esas noche sin dormir, de esos desvelos y angustias, de tus días vacíos, de tus noches sin estrellas?
¿Quieres realmente volver a vivir todo eso, o ahora que ya estas de pie no sería mejor que anduvieras por otros caminos? Porque, sinceramente, amores no te faltan, tienes la capacidad de enamorar a quien quieras, y te vas a hacer problema por un hombre/una mujer que, en realidad, no sabes si te quiere, no sabes si te engaña?
¡Piensa! ¡no te equivoques! Una vez creíste tocar el cielo con las manos y en un instante descendiste al más profundo de los infiernos, ¿crees que vale la pena?
Haz lo que te digo, no existen los amores eternos, y seguramente, todo eso lo único que te va a hacer es ilusionarte y volverte a lastimar“
Y se hace un silencio eterno…
El CORAZÓN, aturdido por las palabras de la RAZÓN, se queda sin aliento, pero después de un rato de pensar, donde la RAZÓN ya creía tener ganada la partida, el CORAZÓN replica:
“No sé si tus palabras son del todo ciertas, pero sí se que no son tampoco del todo equivocadas: no es lo mismo pensar que sentir, no es lo mismo razonar que hacer las cosas impulsivamente, porque los que piensan son aquellos que nunca se arriesgan, y pobre de aquel que no esté dispuesto una vez en su vida a perderlo todo por la persona que ama, pobre de aquel que no está dispuesto a olvidar, porque nunca será perdonado, pobre de aquel que es tan ciego y vacío, que no es capaz de dejar de lado todas las trivialidades de la vida por amor. Pobre de quien teniendo en frente el amor de su vida, no es capaz de quitarse la careta y sentir.
Porque el amor no sólo es alegría, no solo es paz y ternura, el amor es también dolor y lágrimas, es angustia y desvelo, es muchas cosas, pero bueno… la verdad es que no sé qué pesa más, si la RAZÓN o el CORAZÓN.
Lo que si sé es que si uno no siente se transforma simplemente en una roca, una cosa que no es capaz de demostrar cariño y confianza, un cuerpo sin alma.
Por eso creo que uno debe jugarse por lo que siente, le puede salir bien o mal, puede equivocarse o vivir el resto de su vida con la persona que ama. Lo que sí es cierto es que jamás perdonaría a alguien que por rencor o desconsuelo no sea capaz de tomar a la persona que ama, y gritarle a todo el mundo que por ella daría la vida.
Y, por último, otra cosa que tengo bien clara, es que el que se enamora soy yo, y el amor se siente con el CORAZÓN, no con la CABEZA“.
Se hizo el silencio… y, sin mediar palabra, el CORAZÓN, decidió tomar el camino correcto… y fue tras el amor…

¿Es ése el camino correcto realmente?

5 de julio de 2012

Como agua para chocolate.

En 1669, Brandt, químico de Hamburgo, buscando la piedra filosofal descubrió el fósforo. Él creía que al unir el extracto de la orina con un metal conseguirla transmutarlo en oro. Lo que obtuvo fue un cuerpo luminoso por sí mismo, que ardía con una vivacidad desconocida hasta entonces. Por mucho tiempo se obtuvo el fósforo calcinando fuertemente el residuo de la evaporación de la orina en una retorta de tierra cuyo cuello se sumergía en el agua. Hoy se extrae de los huesos de los animales, que contienen ácido fosfórico y cal.
Mi abuela, Luz del amanecer, una india Kikapoo, decía que todos nacemos con una caja de fósforos en nuestro interior y que no los podemos encender nosotros solos. Necesitamos, como en este experimento, del oxígeno y de la ayuda de una vela. Sólo que en nuestro caso, el oxígeno debe provenir por ejemplo del aliento de la persona amada. La luz de la vela puede ser cualquier cosa, una melodía, una palabra, una caricia, un sonido. Algo que dispare el detonador y encienda una de las cerillas.
Cada persona tiene entonces que descubrir cuáles son sus detonadores para poder vivir, ya que la combustión que se realiza al encenderse uno de ellos, es lo que nutre de energía al alma. Si no hay detonador para los fósforos entonces la caja de cerillas se humedece y ya nunca podremos encender uno solo de ellos. Si eso llega a pasar el alma huye de nuestro cuerpo, camina errante por las tinieblas más profundas tratando vanamente de encontrar alimento por sí misma, ignorante de que sólo el cuerpo que ha dejado inerte, lleno de frío, es el único que podría dárselo. Por eso hay que permanecer alejados de personas que tengan un aliento gélido. Su sola presencia podría apagar el fuego más intenso.
Mientras más distancia tomemos de estas personas, será más fácil protegernos de su soplo. El alma desea integrarse al lugar donde proviene, dejando al cuerpo inerte.
Hay muchas maneras de poner a secar una caja de cerillas húmeda. Se puede estar seguro que sí tiene remedio, claro que también es muy importante encender las cerillas una por una, ya que si por una intensa emoción llegamos a encender todas de un solo golpe, se produce un resplandor tan fuerte que aparece ante nuestros ojos un túnel, esplendoroso, que nos muestra el camino que olvidamos al nacer y que a la vez nos llama a reencontrar nuestro perdido origen divino.

4 de julio de 2012

¿Qué nos pasó?

Lo escribí hace un par de años, cuando reflexionaba mucho sobre las cosas que pasaban en el colegio.

Siempre uno está a la expectativa de que un nuevo año es un cambio, a veces para bien y a veces para mal, depende de la mirada de cada uno. Para muchos pudo haber sido el mejor año, para otros uno normal, uno sin cambios, pero no los altera ni los emociona, para otros tal vez.. no lo fue. No siempre se puede esperar de la vida que todo se sirva en bandeja, ni el amor se sirven en bandeja, ni el esfuerzo, ni el saber, ni la amistad. Todo hay que conseguirlo, cada persona utilizando sus métodos para hacerlo, sea cual fuere, nada se sirve en bandeja. Algunos dejan pasar esos momentos en los que con un pequeño impulso de interés, de querer, de tener, pueden conseguir miles de cosas, más de las que se imaginan... pero los dejan pasar, porque total, se sienten satisfechos con lo que tienen, se sienten completos.. tal vez lo están, o no y lo disimulan muy bien. Puede ser que no vean esos momentos, porque están cegados o simplemente por tanta inocencia o desinterés en conseguirlos por no saber lo que pueden llegar a representar en sus vidas. Algunos quienes tienen cosas que consiguieron anteriormente, las pierden y las olvidan. No importa si se pierden objetos materiales -eso es lo de menos, y creo que varios deberían coincidir conmigo- sino que pierden sentimientos, pierden la esperanza, el pudor, la solidaridad, la empatía. ¿Dónde quedó el ponerse en el lugar del otro, sentir lo que el otro siente, y decir las cosas de manera que el otro no se sienta menos, no se sienta un "nadie" o no se sienta excluído? Decimos las cosas sin pensar en cómo puede afectarle a la otra persona, pensamos que lo va a tomar bien, no lo va a escuchar, o no le va a afectar o interesar... Pero ¿si a esa persona le interesa lo que decimos, si le duele lo que decimos, si lo toma literalmente? Está en todo su derecho, si total, somos nosotros los que perdimos esa empatía, no ellos, ellos en todo caso sienten nuestro egocentrismo, se sienten excluídos de nuestro mundo, que muchas veces tiene el nombre de: "¿Qué me importa lo que piensen y sientan los demás? Hago lo que quiero". Está bien, somos humanos, cada uno piensa lo que quiere pensar y dice lo que quiere decir. Pero los humanos adquieren valores que van más allá de todo lo que decimos y hacemos, de todo lo que nos rodea. ¿Y qué nos rodea? Humanos con otros valores, con otros sentimientos, que cometen los mismos errores que nosotros. Se equivocan, se caen, pero vuelven a levantarse porque creen que vale la pena hacerlo, otros que se dejan estar, porque el valor para enfrentarlos no es suficiente. Los que creen, saben seguir adelante porque valoran las acciones de los otros, pero ¿qué pueden esperar de nosotros si nuestras acciones no tienen nada que ver con la esperanza de levantarnos de nuestros errores -que cometemos una y otra y otra vez-? Los humanos no sabemos vivir sin valorar.

A muchos seguramente les costó muchos tiempo conseguir una amistad, que todavía hoy cuidan y alimentan, porque saben que de ella depende una parte de sus vida, la parte de sentirse acompañado, un conocimiento más, que de esas personas dependen algunas de sus decisiones o todas, sus alegrías, o simplemente todo. Ponen por sobre todas las cosas la amistad, porque sitieron que con ella eran valorados, eran alguien, aseguraban que vivían, porque tenían en cuenta algo que no era su propia vida solamente. A veces hasta la arriesgan, la pierden, porque sienten que la de la otra persona vale más que la propia, no está mal, mientras no se sientan un "nada".

Hoy se llama amistad a la persona que conocemos un día y al día siguiente la tenemos agregada al MSN, al Facebook, tenemos su número de celular, su dirección, todo. Y le compartimos todo lo que sabemos y sentimos, a veces sin saber cómo es. Hoy se llama amistad a la persona que conocemos un día, la odiamos y al día siguiente la queremos, la amamos. Se llama amistad a la persona que a sus espaldas denigramos, pero sin embargo, le hablamos como si no ocultáramos nada. Y después nos quejamos porque esas personas nos lastimaron, nos decepcionaron, nos denigraron, nos hicieron mucho daño, pero no podemos hacer nada... después de todo, nosotros definimos a esa persona como "nuestro amigo".

¿Cómo se deformó el sentido de la palabra Amistad, no?

Hasta las mismas personas que saben el verdadero valor de la Amistad, pierden amigos, los olvidan. Y piensan que no son ellos los que cometieron el error, o no lo aceptan y dicen que el error es nuestro. Uno a veces trata de entenderlos, tienen muchas cosas en mente, pero no perdonamos cuando lo que tienen en mente es: nada; por lo menos yo no. Eso significa que de alguna manera nos dejaron de alimentar, de cuidar. Por eso olvidaron el significado de la Amistad misma... y creen saberlo todo tal vez. No me voy a excluír tampoco de esas personas, no soy perfecta, nadie lo es, pero sé lo que duele que dejen de cuidarme como amiga, cuando yo siento que hago lo posible para brindar todo de mí, sin esperar nada a cambio. Tal vez no estoy dando todo pero no me doy cuenta, porque no tengo esas amistades que me dicen que no lo estoy dando o simplemente porque lo que doy, no es lo que esperan recibir de mí o no les alcanza. Esto me hace pensar que lo que yo siento tiene sentido. Muchas veces me canso de no esperar nada a cambio. Por lo menos, lo único que quiero, es un saludo, un ¿cómo estás?, sentir que se interesan por mí, porque les importa mi amistad.

También estuve del otro lado, del lado de la ignorancia, pero siempre tuve en cuenta el significado de la Amistad, y me culpé de todas las veces que no cuidé una Amistad realmente valiosa o no la cuidé lo suficiente, y ahora tengo miedo de perderlas todas, porque me siento así, perdida, olvidada. No del todo, pero cada día creo más en en que sí, en que yo tengo razón. Me cansé de siempre buscar yo a todos, cuando se trata de buscarnos entre todos, me cansé de mentirme que no me buscaban porque estaban preocupados por otras cosas y entenderlos, cuando en realidad en sus mentes no tenían nada. Me cansé de dar y no recibir nada, o por lo menos de no recibir mucho o de no recibir lo que yo siento que es la Amistad.

Y mi pregunta es ¿esto de sentirse así puede cambiar? ¿esto depende de mí solamente? ¿o depende de todos los que serían mis amigos?

Creía que a pesar de las circunstancias que nos dió la vida, no iba a cambiar nunca nuestra relación, nuestra amistad, nuestro cariño, pero yo siento que cada día nuestras miradas sinceras se encuentran menos, no nos vemos con los mismos ojos, y empezamos a no sentir. Que cada vez estamos más superficiales.

Y ya no doy más...

2 de julio de 2012

Pleasant silence.

Me gusta el silencio, aunque hay muchos tipos de silencio, y no todos son agradables, por lo menos para mi.
Ese silencio incómodo luego de haber dicho algo que no debería haber dicho. Ese silencio incómodo cuando descubren que hiciste algo que no deberías haber hecho. Ese silencio incómodo y vergonzoso porque te descubrieron con alguien. No me gusta el silencio después de una pelea. Ni el silencio después de un chiste. Ni el silencio que produce un exámen. Ni el silencio de estar completamente sola. Ni el silencio en una cena. Ni el silencio de una vida. Tampoco el silencio de una espera, ni el que se produce después de que termina una vida.
Me gusta el silencio de las noches, cuando estoy acostada en mi cama sintiendo la serenidad de la noche. Los silencios que causan placer. Me gusta ese en el cual intercambias miradas con una persona. Me gusta el silencio después del mediodía, cuando nos tomamos una siesta. Ese silencio segundos antes de caer dormida. Me gustan esos pequeños silencios que ocurren luego de haber dejado los pulmones en las manos de tanto reír. Los silencios a los que podemos sobrevivir aguantando las ganas de hablar. El silencio de un abrazo. El silencio que produce un beso. Ese silencio que nos hace hablar con nosotros mismos. Los silencios en las películas que enamoran, asustan, divierten.
Hay silencios que queremos que ocurran en nuestra vida, y otros que seguramente no.
Aunque también hay otros silencios a los cuales les tenemos miedo.
Y yo, al único silencio al que más le tengo miedo... es al tuyo.

A caminar...

Siempre hay una primera vez para todo dicen, así que aca estoy.
Tal vez porque siento la necesidad de escribir sobre lo que me gusta o no, sobre lo que me hace mal, sobre mis dudas, sobre mis problemas, sobre mi mundo, otro mundo, o lo que sea que se me ocurra.
Es como ponerse a reflexionar y plasmar lo que uno siente o imagina, o todas esas preguntas que uno mismo se hace y que no tienen respuestas, pero las seguimos buscando. Y así es como formamos nuestro destino, buscando respuestas, tomando decisiones, experimentando caídas, pero siempre siguiendo un camino. Ese que nos llene de alegría, de amor y optimismo. Yo estoy bucando ese camino...